Está la vida
y luego están
los lugares que te dejan
sin habla,
los atardeceres
que iluminan el alma,
las promesas de amigos
hechas al amanecer,
los besos robados,
la risa que te hace
doler el estómago,
las canciones dedicadas,
la piel erizada
los suspiros,
las cenas familiares,
las lágrimas de orgullo,
el sonido del mar y
las caminatas en la playa.
Los planes inesperados.
La felicidad.
Está la vida
y luego está
saber vivirla.